El Palmeral de Elche, vestigio de la cultura islámica

MARINA MARCOS

¿Qué es el Palmeral de Elche? La mayoría de la gente respondería que palmeras y poco más pero no es ni mucho menos solo eso. El palmerero del Museo del Palmeral, David Maciá, comenta que “la forma más sencilla de definirlo sería como el conjunto de huertos de palmeras que hay en la ciudad; pero no hay que verlo como jardinería, sino como agricultura y de lo que se vivió en Elche durante más de 1.000 años hasta que dejó de ser rentable hace poco más de 100”.

Cuando llegaron los árabes a Elche encontraron un paisaje totalmente árido con palmeras dispersas que no servían para la agricultura. Además de un agua que era salobre y no se podía utilizar. Así que la única forma que tenían para poder cultivar era mediante la implantación del sistema de oasis, una técnica característica del Norte de África y Oriente Medio. Un agrosistema donde los musulmanes optimizaban al máximo todos los recursos de estas tierras casi desérticas y en especial, el agua.

Una de las acequias. TuristAlicante

Los huertos ilicitanos, con más de 200.000 ejemplares, están formados por bancales trapezoidales, y muchas ocasiones cuadrangulares, en cuyos márgenes aparecen plantadas palmeras en filas sencillas o dobles, siempre coincidiendo con el trazado de las acequias de riego. Estos alineamientos actúan como pantallas que preservan a los cultivos del sol y del viento. Como resultado de esto, se fue desarrollando en la ciudad una agricultura intensiva a varios niveles con el cultivo simultáneo de palmeras datileras que producen dátiles y palma blanca, árboles frutales y plantas herbáceas.

El tradicional sistema por acequias con el que se riega el Palmeral de Elche no es demasiado conocido, incluso entre la gente de la ciudad. Pocos saben que la Unesco declaró este bien Patrimonio de la Humanidad en el año 2000 por la transferencia del paisaje del oasis de un continente a otro vinculado al tradicional sistema de riego. “Es una especie de hermanamiento con vestigios de la cultura islámica en Elche muy similares de lo que aún quedan allí”, comenta Maciá. Asimismo, la experta y expromotora de la Asociación Unesco La Cultura del Oasis, Mercedes Aranzueque, es mucho más contundente y afirma que “sin este sistema de riego el reconocimiento por parte de la Unesco sería automáticamente descatalogado”.

Además de los valores sociales y culturales, el Palmeral de Elche tiene un gran valor medioambiental. La gran masa vegetal da lugar a un hábitat singular y único en su entorno. Este sistema está en serio peligro por culpa del picudo rojo. “El picudo está cada día más fuerte”, comenta Maciá. Según señala el palmerero: “En el palmeral histórico- urbano- no se encuentra la aglomeración de este parásito pero sí en las palmeras de alrededor. En las palmeras del campo, está absolutamente plagado. Esto no es nada halagüeño”. Los investigadores y científicos especializados han intentado por varios medios acabar con esta plaga que está matando a muchas palmeras de la ciudad cada día, “pero lo único que realmente funciona a día de hoy es el tratamiento químico, los plaguicidas, pero se echa lo que deja la ley, es decir, dos veces al año”. La combinación con otros productos químicos es para muchos la solución al problema pero como comenta Maciá, “esa acción para una palmera en el jardín de una casa sí, pero para tratar el tremendo Palmeral de Elche es echar mucho veneno al ecosistema, y de momento eso no lo veo una solución”. En definitiva, el picudo es un parásito muy fuerte y de momento lo seguirá siendo. “Los palmereros lo decimos muchas veces: si los picudos fueran del tamaño de un perro saldríamos corriendo”, ironiza.

Palmera de cinco brazos. TuristAlicante

Asimismo, el Palmeral de Elche ha atraído históricamente a muchos curiosos. Entre sus más de 90 huertos catalogados el más famoso ha sido, sin duda, el Huerto del Cura. Este Jardín Artístico cuenta con una extensa lista de visitantes. Uno de los más ilustres fue la emperatriz Elisabeth de Austria, más conocida como Sissi, quien visitó el Huerto del Cura en el año 1894 y quedó impresionada al ver la palmera de siete brazos. Le comentó a su propietario, el capellán Castaño, que esa palmera tenía un poder y una fuerza digna de un imperio. Después de aquello el capellán Castaño decidió llamarla la ‘Palmera Imperial’. El Huerto del Cura también recibió la visita del pintor Joaquín Sorolla ya que la Hispanic Society le había encargado pintar varios paisajes españoles y  Elche fue unos de los lugares elegidos.

Así que el Palmeral de Elche, y su tradicional sistema de riego, siempre han formado parte de la economía de Elche y no solo son palmeras como piensan muchos. Asimismo, el Ayuntamiento, a través de VisitElche, quiere potenciar itinerarios turísticos sobre este Patrimonio de la Humanidad como la ‘Ruta del agua’ y la ‘Ruta del palmeral’. Por ello, el agua “es muy importante porque en la ciudad le da y le seguirá dando sentido a todo”, señala Aranzueque.